Feminist to Know: Aida Cartagena Portalatín
Aida Cartagena Portalatín was a Dominican Afro-Latina writer, poet, professor, and intellectual who was an influential part of the Negritude and La Poesía Sorprendida movements, which were both deeply anti-state, anti-imperial, and anti-fascist. Founded by Black intellectuals and artists in the 1930s, the Negritude movement was a cultural, political, and artistic force that sought to redefine Blackness and African culture outside the bounds of colonialism. Meanwhile, La Poesía Sorprendida was a specifically Dominican literary and cultural movement that centered avant-gardism and absurdity in Afro-Latine written works.
Portalatín was an active member of both (she was actually a founder of the La Poesía Sorprendida literary journal), and critiqued colonialism and the forces of white imperialist supremacy in her writing and teaching, while also centering the absurd, the surreal, and the fantastical. Essentially, her work resisted cultural and artistic forces that sought to define Blackness and Black art through the limited and prescriptive colonial eye, and instead created surrealist works that restructured Black history and culture through an Afro-Latine perspective.
Read Portalatín’s poem “A Woman is Alone” here:
Una Mujer está Sola
Una mujer está sola. Sola con su estatura.
Con los ojos abiertos. Con los brazos abiertos.
Con el corazón abierto como un silencio ancho.
Espera en la desesperada y desesperante noche
sin perder la esperanza.
Piensa que está en el bajel almirante
con la luz más triste de la creación.
Ya izó velas y se dejó llevar por el viento del Norte
con la figura acelerada ante los ojos del amor.
Una mujer está sola. Sujetando con sus sueños sus sueños,
los sueños que le restan y todo el cielo de las Antillas.
Seria y callada frente al mundo que es una piedra humana,
móvil, a la deriva, perdido el sentido
de la palabra propia, de su palabra inútil.
Una mujer está sola. Piensa que ahora todo es nada
y nadie dice nada de la fiesta o el luto
de la sangre que salta, de la sangre que corre,
de la sangre que gesta o muere en la muerte.
Nadie se adelanta ofreciéndole un traje
para vestir una voz que desnuda solloza deletreándose.
Una mujer está sola. Siente, y su verdad se ahoga
en pensamientos que traducen lo hermoso de la rosa,
de la estrella, del amor, del hombre y de Dios.